Hola, soy Luli, de Córdoba, Argentina, y quiero compartir la historia de cómo despertó en mí la mediumnidad.

En el año 2020, un amigo con quien compartía muchos años de amistad falleció en plena pandemia debido a una enfermedad contra la que venía luchando desde hacía un tiempo.

Unos días después de su partida, un colibrí empezó a visitar mi casa, revoloteando alrededor de mi pelo cuando salía al patio. En ese momento, me llamó la atención y pensé en él, pero la confirmación total y la sorpresa vendrían después.

Casi al mismo tiempo de esas visitas del colibrí, comencé a soñar con él casi todos los días. En uno de esos sueños, lo veía en la explanada de la iglesia Los Capuchinos de Córdoba Capital (una iglesia a la que nunca había ido ni entrado). Observaba con detalle las cúpulas y el interior de la iglesia. En un momento del sueño, se acercó a mí y me dijo solo una frase: "Doña Lourdes, yo soy el colibrí".

Mi asombro fue inmenso; me desperté sobresaltada apenas terminó la frase. Pensé que era solo yo, que había asociado ese colibrí a él, pero no.

Pasaron unos días y la vida me llevó a juntarme con sus padres. Después de muchas vueltas, decidí contarles sobre los sueños, lo que decía, pero principalmente el sueño y la historia del colibrí. Apenas empecé a relatarlo y mencioné la famosa iglesia, su madre empezó a llorar. Me contó que durante toda su enfermedad habían ido a esa iglesia a buscar el apoyo de Dios; nadie más que ellos sabía de eso... Comenzó a confirmarme que todo lo que veía y describía del interior era tal cual. Seguí contándole otros sueños que siguieron, y cada cosa que contaba me confirmaba más y más que esos no eran "sueños", sino que estaba teniendo una conexión directa con él desde el otro plano.

Ilusamente, pensé en ese momento que quizás nuestra gran amistad nos llevaba a tener esa conexión... pero esa idea se desvaneció cuando de golpe empecé a soñar con más y más gente que ya había trascendido. Soñaba con familiares cercanos que ni siquiera había conocido en vida, soñé con padres y abuelos de compañeros de la escuela, y gente que me daba sus mensajes pero nunca pude saber quiénes eran.

Con el miedo, la incertidumbre y la mezcla de felicidad de poder entregar mensajes, fui a visitar a un chico medium y vidente. Sin decirle una palabra, me relató todo lo que yo venía viviendo. Él confirmó lo que ya venía sintiendo: el fallecimiento de mi amigo había generado en mí un avance interno espiritual que me liberó de golpe la facilidad de acceder a "ese mundo". Me confirmó que esa capacidad iría creciendo cada día más, y que si estaba lista, podía hacerlo estando despierta siempre bajo el respeto y la aceptación.

Esa charla eliminó muchos de mis miedos, pero lo que más recuerdo que me convenció a seguir y tomar la responsabilidad con todo el amor y el respeto, fue cuando me dijo que muchas personas quedan paralizadas en la vida por la pérdida de alguien que aman, y que yo podía ayudar a esas personas a dar vuelta esa página y avanzar, ayudarlas a sanar, a pedir ese perdón que no pudieron dar, y recibir mensajes de sus seres queridos.

A partir de ese momento, empecé de manera intuitiva a conectarme con seres queridos de amigos y familiares y a entregar mensajes llenos de amor y no paré más.

De a poco, conocí a mi maestro interno, a esa intuición que me llevó al hoy... pero también conocí al mejor compañero que nunca pensé tener: mi guía espiritual. Roque, como se hizo llamar desde un principio, fue y es mi gran maestro. Con él pegado siempre a mis espaldas, emprendo este camino espiritual de la mediumnidad, un camino que me trae los mejores momentos llenos de amor compartidos con sus seres queridos y con ustedes, que me invitan a conocerlos.

Eternamente Gracias, Luli

"El amor es una conexión entres dos almas, no importan las distancias ... porque nada podrá romperla"